Leonor Machado

leonorMEn 2015 se cumplirá el 200 aniversario del nacimiento de Antonio Machado Núñez, hijo de un respetable comerciante gaditano (don Antonio Machado Rodríguez), médico, catedrático, nauralista, político… que inaugura una saga de grandes intelectuales conocidos en el mundo entero. Su hijo, Antonio Machado Álvarez, reconocido folclorista (catedrático de Folclore en la Institución Libre de Enseñanza de Madrid, que desarrolló en España la filosofía krausista) cuyas obras, casi siempre firmadas con el pseudónimo de Demófilo, figuran hoy en las mejores bibliotecas. De sus cinco hijos, los dos más conocidos son Antonio y Manuel, aunque José y Francisco también dejaron obras escritas o pictóricas. Leonor es hija de Francisco y ahijada de Antonio; su nombre fue elegido en homenaje a la esposa prematuramente malograda del poeta.
Hasta donde yo sé el mundo machadiano es plural en ideología y creación intelectual y literaria pero hay algo, tanto de contenido como de forma, que identifica a toda la familia, algo que podríamos llamar el talante machadiano y que personifica, sobre todo, don Antonio Machado Ruiz (discípulo fiel de don francisco Giner de los Rios) quien, justamente, está considerado uno de los intelectuales más representativos de la cultura (de la civilización) española. Un talante que podríamos resumir en una curiosidad por todo lo que sea cultura, en una defensa discreta pero decidida de la libertad de pensamiento, un compromiso con la sociedad, un humanismo más allá de contingencias o circunstancias de las ideologías o de las políticas… y una modestia natural que desprecia el brillo y el simulacro y que sabe que «Nadie es más que nadie».

Leonor y José María en la entrega de la escultura conmemorativa de la edición de las «Obras escogidas» de Francisco Machado

Leonor ha escrito Recuerdos y vivencias con los poetas Antonio y Manuel Machado (Madrid, 2009), ha preparado la edición de las Obras escogidas de su padre Francisco Machado (Madrid, Ediciones de la Torre, 2012) y ha intervenido en numerosos actos de homenaje a la Poesía (fue la más asidua y la más entusiasta asistente a las famosas sesiones poéticas que Fina de Calderón hacía mensualmente en Los Miércoles de la Poesía y anualmente en su Cigarral del Ángel). Buena lectora y buena persona, ella porta con dignidad el apellido Machado y recoge en su persona esa herencia machadiana que, como se ha dicho, no pretende el boato sino los auténticos valores del hombre. Hoy cumple 90 años, plenamente lúcida y llena de vitalidad (aunque, naturalmente, con algunos achaques) y es un honor poder felicitarla públicamente y desearle muchos, muchos cumpleaños.

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