Lunes
En un concurso de la TV ha estado hoy una chica, Alba, de unos 25 años, estudiante o licenciada de Biología y que se gana la vida en verano como socorrista de piscina. Me ha impresonado su personalidad, su vitalidad, su buen humor, y lo he dejado escrito en Twitter: «Impresionante actuación de Alba en @ahoracaigo de @antena3com. Deberían llevarla a algún programa más como ejemplo de joven muy interesante.»
Martes

Comida en Parla con Ana y Julieth, su amiga colombiana, que vive con su marido en Amsterdan y pasa unos días por Madrid. Buen ambiente y fotos graciosas (de las que pongo una aquí).
Gorka Maneiro, líder de UPyD, publica en el blog de La Razón un artículo titulado «El rearme de UPyD» en el que, después de afirmar que «UPyD, los principios de UPyD y las ideas de UPyD son necesarios y deben seguir siendo defendidos.» y manifestar su orgullo por el trabajo realizado en estos años en el Parlamento Vasco, concluye: «Hay que renovarse y rearmarse y vamos a renovarnos y rearmarnos para llevar a cabo las reformas que España necesita y para seguir defendiendo a los ciudadanos españoles de tantas injusticias.» Me ha parecido un ejemplo de ingenuidad y voluntarismo y he puesto el siguiente comentario: «El qué parece más ideológico (quizá idealista) que político y el cómo no aparece claro. En todo caso, antes de rearmarse, creo, hay preguntarse por qué se perdieron las anteriores batallas, qué armas o qué personas fallaron, qué estrategia y qué táctica… Y, por favor, no recurramos al (auto) engaño de que es un problema de comunicación, propia o ajena.» Después de 10 horas, nadie, ni el autor del artículo ni ninguno de sus lectores, ha respondido. Tampoco ninguna de las dos amigas de UPyD a las que les he enviado el enlace.
Miércoles
Creo que ya dije aquí en una ocasión la impresión que me había producido la primera vez que visite el despacho de mi amigo y maestro el editor Vicente González Giner. Había libros por todas partes: por supuesto, en su mesa pero también en las sillas (había que retirar el montón de libros de alguna si uno quería sentarse)… y en el suelo; montones de libros por el suelo porque no había ningún sitio libre en las saturadas estanterías… Yo todavía no tengo libros por el suelo ni en mi despacho ni en casa pero la verdad es que llevo tiempo pensando que tengo que poner un mínimo orden. Esta tarde estuve buscando libros, entre ellos uno que me había pedido Yolanda ¡y no he sido capaz de encontrarlos! Mea culpa, mea culpa, mea culpa. No he encontrado lo que buscaba… pero he confirmado que tengo tres ejemplares de las Obras completas de Epicuro, en la edición de Cátedra, uno de ellos cuidadosamente acotado, además del ejemplar de Alianza en la edición de Carlos García Gual, también acotado. A cambio he encontrado libros de gran valor; por ejemplo, Las tinieblas y otros cuentos, de Leónidas Andréiev, en la colección Universal, publicado por Calpe en Madrid en 1920, que se vendía al precio de 50 céntimos de peseta; o la famosa novela de Domingo Facundo Sarmiento Facundo o civilización y barbarie, en la misma editorial, de 1924, al precio de 2 pesetas (el libro tiene 411 páginas). O El milagro, de Mario Puccini, en la traducción de Cipriano Rivas Cherif, publicada, sin año, por editorial América.
Jueves
Comida con Mary Luz en Sanse y luego hemos venido a casa donde nos han visitado, fugazmente, mis sobrinos Chema y Ana y sus hijos Víctor (ya mozalbete) y Nacho (tranquilizado y especialmente cariñoso)
Me entero, por casualidad, de que hay una aplicación, gratuita, para ordenadores y móviles para que puesto un texto en formato pdf en la pantalla, una voz clara lo lea. Yo ya utilizo alguna vez un programa de dictado al ordenador que, aunque con algunos fallos que hay que corregir con cuidado, escribe (como si fuera un mecanógrafo) lo dictado… Esta claro que la Tecnología avanza muchísimo más que el Humanismo y quizá, cada vez, se hace más grande el foso entre ambos. Podemos viajar al espacio, miniaturizar hasta el infinito, retransmitir los Juegos Olímpicos a miles de millones de ciudadanos de todas las partes del mundo… pero no podemos, por ejemplo, evitar la muerte de miles de personas, muchos de ellos niños, que huyen de la guerra.
Hay una encuesta de la BBC entre 177 expertos sobre las 100 películas modernas que deberían pasar a ser clásicas y el número 2 lo ocupa el filme de Wong Kar-Wai Deseando amar (In the Mood for Love, Hong Kong, 2000). ¡Horror, ¿será que no la entendí?!
Dolça Catalunya informa en Twitter sobre 16 asesinatos de poetas durante el golpe de estado de Companys. He retuiteado: «¡Muchísimas gracias x tan valiosa información! Poco a poco nos enteramos de que el golpismo entraña mucha violencia.
Viernes
Trabajo, tanto en el despacho como en casa, escuchando música y en muchas ocasiones ciertos pasajes de lo que estoy escuchando me impelen a tomar una nota breve para desarrollar una idea cuando tenga ocasión (ya se sabe que, por mis limitaciones, muchas ocasiones no llegan o son estériles… pero alguna vez funciona). En concretas ocasiones me viene a la cabeza algo más fuerte, una especie de flash, un destello, una especie de revelación… Bueno, el caso es que esta mañana, mientras ponía en orden las notas que tengo en los márgenes del Popper (el «libro de vacaciones» que tanto me ha impresionado), estaba escuchando la sinfonía Coral de Beethoven (y concretamente, en ese momento, el maravilloso andante del tercer movimiento), sentí uno de esos destellos: ¡Es verdad que hay vida después de la muerte! Pero no en la forma de reencarnación y esas cosas en que creen algunas personas (tema muy interesante de la parapsicología pero que no viene ahora al caso); vida que se prolonga más allá de la muerte física en la obra (obrita) que dejamos aquí. Quizá alguien, algún descendiente que no quiera deshacerse de los mejores libros de mi biblioteca personal, se encuentre con mis escolios en este libro, analice la ficha que tendré que pasar a limpio con mis conclusiones y sienta que no he muerto del todo porque algo mío está allí con él. Eso lo vemos muy claro con los grandes hombres, con los genios como Beethoven, pero a escala más reducida, doméstica o familiar diríamos, todos podemos sobrevivir en la obra que dejamos: el campesino que dejó unos árboles o unas tierras roturadas, el obrero que construyó o modernizó su casita (hablamos simbólicamente), el lector que dejó unas notas en unos márgenes de un libro importante…
Hoy ha muerto el doctor Joaquín Barraquer Moner. Desde cuando yo era un niño, ya era un hombre muy conocido y admirado y recuerdo con qué ilusión me contó Josefina Manresa (la viuda de Miguel Hernández) como había sido operada por él generosamente. Hombre sabio y altruista, es una de esas personas que hacen que uno se siente orgulloso de nuestra especie, y, en este caso concreto, de nuestro país.