Noviembre

Noviembre. El romancero: «No pase noviembre sin que el labrador siembre.»: buena máxima para quienes viven de y con la tierra y mejor todavía para cuantos, en el proceloso mundo urbano, quieren resolver los problemas de la lucha social por medio de broncas zafias, empujones y atajos oportunistas, en vez de por (la necesaria siembra de) la educación y el ejemplo; la Iglesia católica: comienza el mes con Todos los Santos y sigue con los Fieles Difuntos: buena idea (más de nuestra cultura que de la opresiva anglosajona del Halloween)… pero tengamos también tolerancia para los no santos y compasión para los infieles; la Poesía: «Llegó otra vez noviembre. Lejos quedan los días / de los pequeños sueños, de los besos marchitos. / Tú eres el mes que quiero. Que no me deje a oscuras / tu codiciosa luz olvidadiza y cárdena / mientras llega el invierno.» Claudio Rodríguez, «Noviembre». ¡Sí, que la luz olvidadiza y cárdena no nos impida ver esto que nos rodea y aquello que, a lo lejos, viene tan cargado de incertidumbre como de esperanza! Más poesía (más melancolía): «¿Qué haré, amor mío, amor, si tu cuidado / cuando noviembre llegue por mis venas…? / Ya no estarán en pie las azucenas / que yo cortaba en tu jardín vedado.» Rafael Duyos.

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2 respuestas a Noviembre

  1. J. Gustavo Catalán dijo:

    Luchemos para que el color de las hojas no contamine nuestro corazón…

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