Leer, escribir y las cuatro reglas hoy (borrador)

ONUUna de las ventajas de la Feria, aparte de la principal de promocionar y vender libros directamente a los lectores y encontrarse con esos amigos de siempre pero a los que, por razones de espacio, de tiempo o de profesión, se ve solo de vez en cuando (hay varios a los que veo de año en año en el Retiro) es que, en los ratitos en que nadie se acerca a la caseta uno puede observar, pensar y tomar notas sobre algún tema interesante…

Por supuesto también se puede leer… pero el jueves por la mañana dediqué esos ratitos de que hablaba a idear una entrada del blog sobre una frase que se decía mucho en el lugar y la época en que yo me crié y que ahora las personas jóvenes a las que he consultado no conocen, aunque la he visto en algunos títulos de artículos sobre (los problemas de) la enseñanza: «Leer, escribir y las cuatro reglas», referido a las destrezas necesarias para que una persona se desenvolviera mínimamente en la sociedad; leer y escribir al menos de forma elemental (lo que conlleva saber escuchar y expresarse oralmente) y sumar, restar, multiplicar y dividir (las cuatro reglas).¿Cómo habría que interpretar y aplicar, aquí y ahora, esta máxima? Las estadísticas nos dicen que, en cifras redondas, uno de cada cinco jóvenes en nuestra sociedad (tanto la española como la europea, lo que debería servirnos a todos de alerta sobre la existencia de graves problemas en la Enseñanza… y en la Política) no tiene suficiente comprensión lectora ni capacidad expresiva por escrito. Pero, en líneas generales, nuestra sociedad está alfabetizada y tiene una formación aritmética suficiente (con la ayuda de las inevitables calculadoras) y, por tanto, se trata de encontrar la formulación adecuada para la, en otro tiempo y circunstancia, famosa máxima. Sería estupendo que mis amigos lectores reflexionaran sobre esto y me dieran ideas, experiencias… Mientras tanto, ahí va mi borrador.
Saber leer y escribir en un mundo saturado de mensajes, repleto de información y con una invitación permanente a comunicarnos con personas de nuestro entorno más cercano o más lejano, no puede reducirse a leer palabras manuscritas o impresas en un papel; hoy necesitamos saber leer sobre varios soportes no siempre sencillos y saber escribir no solo a mano o con una máquina de escribir convencional (prácticamente en desuso) utilizando pantallas de muy diversos formatos y forma de acceder a ellas y teclados diferentes para utilizar máquinas de cierta complejidad.
Pero hay otro aspecto que me parece más importante aún: ante el aluvión de mensajes o textos a leer y las inmensas posibilidades de escribir, parece imprescindible desarrollar una voluntad y una capacidad para seleccionar. En otros tiempos y otras circunstancias había escasez o al menos asteridad también de medios culturales: hoy incluso las clases más modestas tienen acceso a un sinfín de medios de comunicación, a libros…  y, por supuesto, puede comunicarse, por cómodos medios, con miles de personas de todas las partes del mundo.
Y una vez adquirida esa capacidad de seleccionar, de aprovechar inteligentemente la lectura y la escritura, ¿cuáles serían las cuatro reglas «modernas»? Propongo las siguientes:
Las cuatro reglas (destrezas)
Ciudadanía. Conocer las instituciones, desde la más cercana como la comisaría, el centro de salud, centros culturales, etc., hasta las más alejadas como el ayuntamiento o comunidad, el Estado… y hasta las organizaciones supranacionales, etc. que tenemos a nuestra disposición. Conocer nuestros deberes con ellas y nuestros derechos.
Conocimiento elemental de la tecnología. En un mundo donde hay tecnología de punta para cultivos, alimentos, transportes, información, etc., uno no puede quedarse en la ignorancia de todo ello. Saber lo esencial de los distintos máquinas y herramientas, sistemas, productos, etcétera.
Comunicación responsable (o respetuosa) Tanto personalmente como, sobre todo, en el frenético mundo de las comunicaciones informáticas: Internet, redes sociales, etc. Esto es muy importante para los adolescentes (porque suelen abusar) y para los mayores (porque suelen inhibirse por miedo).
Documentación. Nadie puede conocer todo (prácticamente todos ignoramos casi todo) pero uno puede documentarse (conocer las fuentes y cómo se accede a ellas) sobre salud, consumo, cultura, viajes, etc. y, sobre todo, saber con claridad nuestros deberes y derechos. Saber contrastar noticias, interpretar etiquetas y facturas, etc., nos hará menos vulnerables, más seguros.

 

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2 respuestas a Leer, escribir y las cuatro reglas hoy (borrador)

  1. Pues tienes toda la razón, José María, tu, lo bueno de tener unos años, es que estamos pasando por todas las etapas y eso nos permite analizar los tiempos que corren y las carencias o limitaciones que tenemos ahora, así como las ventajas.
    Te mando un abrazo

    • librosyabrazos dijo:

      ¡Gracias, Silvia! Es verdad que la veteranía nos hace comprender y disfrutar más y mejor… pero recuerda que yo voy por delante de ti una generación. Por cierto, estoy deseando que nos muestres esas apasionadas (y musicales) «24 horas» de Zweig que, sin duda, será otro exitazo de los tuyos.
      Abrazos y flores.

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