Caudillos y transiciones

fidel-castroEn la cena de amigos posterior al concierto del domingo en el Auditorio Nacional uno de los comensales dijo que Fidel Castro, muerto unos días antes, era un personaje de significación histórica similar a Gandhi, Churchill, Kennedy… Idea muy discutible aunque es cierto que la reacción de muchos líderes mundiales, incluso los líderes españoles, de izquierda o de derecha, han coincido bastante en otorgar a Castro una significación histórica muy superior a otros muchos dirigentes o jefes de Estado. Y mucho más discutible las diversas calificaciones que se han hecho del caudillo cubano cuando estas se limitan a etiquetas extremistas (que van desde revolucionario que devolvió la dignidad a América a tirano cruel y sanguinario).
En mi modesta opinión, el problema del caudillismo, de los caudillos, de tanta tradición en la América hispana (y en la propia España, donde un «caudillo» gobernó el país durante casi 40 años) es muy complejo y no puede reducirse a etiquetas. El inteligente Churchill dijo ante la primera manifestación de cientos de miles de personas que logró concentrar Franco en la Plaza de Oriente, que si se trataba de una manifestación espontánea reflejaba una gran fuerza del nuevo régimen y del propio dictador y que si se trataba de una manifestación organizada donde se había manipulado a la gente también reflejaba una gran fuerza de aquellos. Creo que algo parecido se podría decir del fenómeno Fidel Castro y de su régimen. Si los millones de personas que lo están homenajeando (con impresionantes muestras de admiración y cariño) en estos días en que sus cenizas se pasean por todo el país son sinceras, está claro que Castro es mucho más que represión y si lo hacen presionadas por la manipulación política, también.
Quizá tengamos que esperar a la transición en Cuba (que parece inevitable aunque no inmediata) para valorar más cabalmente este medio siglo de la más importante isla de las Antillas bajo el dominio de los Castro y su revolución, de igual manerabandera-de-cuba que la transición española nos ha dado mucha información sobre los 40 años de franquismo (aunque muchos de nuestros dirigentes políticos, de uno y otro signo, no hayan sabido aprovecharla). Y quizá tengamos que seguir dándole vueltas a este asunto.

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