Vengo desde el ayer, desde el pasado oscuro,
con las manos atadas por el tiempo,
con la boca sellada desde épocas remotas.
Vengo cargada de dolores antiguos
recogidos por siglos,
arrastrando cadenas largas e indestructibles.
Vengo de lo profundo del pozo del olvido,
con el silencio a cuestas,
con el miedo ancestral que ha corroído mi alma
desde el principio de los tiempos.
…
…
Mucho mejor que las mías, las bellas palabras de
Jenny Londoño para denunciar
estos terribles asesinatos.
¡Qué sensibilidad, qué energía, qué desgarro… y qué cariño!
¡Cuánto nos queda por aprender de ellas!
¡Y qué distinto sería este mundo que habitamos si tuviesen más influencia en los puestos de decisión!
Un abrazo.
Gracias, José Antonio. Tienes toda la razón… ¡Lástima que todavía haya tantos hombres que no renuncian al rol de patriarca todopoderoso que las ideologías más reaccionarias nos atribuyen a los varones! Un abrazote, JM
Es un hermoso poema, me quedo con estos dos versos para darle un poco de esperanza a este quebrado mundo nuestros. “que se junten los sueños y los goces
y se aniquile el tiempo del hambre y la sequía”
Gracias, Mamen. Es bueno que la Poesía dialogue con la Poesía. Besos. JM
Precioso poema, ¡pero terrible por no tratarse de ficción! Gracias por compartir cosas tan especiales, y defender siempre la poesía y combatir las injusticias, un abrazo!
Gracias a ti, Susana, por participar tan generosamente en mi modesto blog. ¡A ver si entre todos superamos poco a poco esta terrible injusticia ideológíca y estructural que se ha cometido con la mitad de la humanidad durante milenios!
Por cierto, ya se ha publicado tu (inteligente y sugerente) texto en el boletín. Queda estupendo.
Besos.
JM