Buen día para recordar este poemita que escribí hace años en homenaje a mi madre.
NATAL
Busqué la Vida desde el vientre de mi madre
y todo era difícil.
Superé la agresión del estropajo y del tabaco
pero quedé herido y asustado:
desde el primer instante de mi existencia
la carne me acogía y me mataba.
Mi padre me entregaba su inocencia
y mi madre, a tortazos, su coraje.
Mientras, desde fuera me llegaban
el hambre
y los sonidos
de la siniestra sinfonía de la guerra.
Pero por fin nací y ¡qué maravilla!:
la Vida aparecía inmensa
y todo era posible.
(4 de marzo de 2011, setenta años después
de que mi madre me pariera mientras hacía la colada.)
Que bonito Josė Maria, cuanta sensibilidad!
Un homenaje precioso a tu madre, vivir en un mundo hostil e inseguro le haría debatirse entre abrazarte y mimarte o hacerte fuerte a su manera, seguro fuė la que ella conoció y la hizo una gran mujer aguerrida y luchadora.
Sí, nunca agradeceremos suficientemente a nuestros padres que nos dieran la vida, nunca debemos dejar de honrarlos.