27. Carta al hijo que se va para formar una nueva familia

Ahora que sales de esta familia donde naciste y te hiciste hombre para formar otra, querido hijo, quiero darte, con mi mejores deseos, los últimos consejos paternales para tu nueva situación. No puedo decirte que hagas cuanto yo hice y omitas cuanto yo dejé de hacer porque mi ejemplo no es del todo bueno. Demasiados errores cometí (como, sin duda, tú cometerás los tuyos), pero porque he pensado en ellos y porque de ellos aprendí quiero darte estos consejos bienintencionados.

Deberás luchar con todas tus fuerzas para que tu familia tenga un hogar; hogar y familia van unidos: uno no puede mantenerse sin la otra… y viceversa. Una casa sencilla pero que sea capaz de cobijaros y donde podáis recibir a familiares y amigos es necesaria para que la familia se asiente, crezca y disfrute de la vida. Pero una casa no es un hogar sino solamente la base de un hogar. Para que una casa llegue a ser un hogar ha de ir llenando sus habitaciones de algo más que de muebles: ha de ir incorporando vivencias, emociones compartidas, un algo intangible pero que va mezclando las cosas con los sentimientos y haciendo que nos sintamos parte de un conjunto humano y material único. Los que no han tenido hogar o han tenido un hogar invertebrado, tosco, tienen grandes dificultades para formar familia…

Esfuérzate. por tanto, para que tu comportamiento transforme en hogar cada una de las habitaciones de tu casa. Y que el conjunto de todas ellas sea, al tiempo, una fortaleza inexpugnable para que nadie pueda destruir la familia y un campo abierto donde las personas y la naturaleza, la vida, penetren y enriquezcan a sus habitantes. Haz de tu hogar un sitio pacífico, placentero, limpio, humano… Evita rigurosamente los gritos y los malos modos, atempera las tensiones. Pon por toda la casa flores y adornos sencillos pero, sobre todo, llénala de sonrisas, canciones, juegos…

Cuida de utilizar bien el Aseo. Sé discreto y limpio: inicia el día aseando tu cuerpo por fuera y por dentro y luego deja bien limpia la pieza para que nadie haya de recoger tu suciedad.

Esmérate en la Cocina: lleva allí los mejores alimentos posibles y prepáralos con cuidado cuando te corresponda. Una buena alimentación, preparada con gusto y tomada con comedimiento y deleite, hace la vida muy placentera. No olvides ordenar y limpiar todos los utensilios que emplees: toda obra, sea sencilla o compleja, necesita buena planificación, ejecución rigurosa y terminación completa y puntual.

Procura que el Comedor sea una habitación acogedora y tranquila, donde se tomen los alimentos en un ambiente plácido, abierta no sólo a los miembros de la familia sino a otros familiares o amigos que siempre deben encontrar un lugar y un cubierto a su disposición para compartir la mesa por modesta que ésta sea.

El Salón es habitación importante de la casa. Lugar de reunión de la familia, tanto para actos solemnes como cotidianos, reservado cuando sea necesario y abierto cuando las visitas se acojan a vuestra hospitalidad. No ocupes nunca un lugar preferente en él sino uno discreto: te harás respetar no por el lugar que ocupes o el tono imperioso de tu voz sino por lo que digas y cómo lo digas. Procura que de vez en cuando se reciban en él visitas de gente interesante, de amigos, con los que mantener conversaciones estimulantes.

No olvides destinar una habitación de tu hogar a Biblioteca. Atesora allí los buenos libros y la buena música. Usa siempre que puedas estas joyas que nos proporcionan el contacto con la letra y la imagen impresas y los sonidos que el hombre recoge de la Naturaleza, porque ellos contienen lo mejor de la Cultura que el ser humano ha ido creando a través de siglos de evolución. No rechaces los nuevos medios de comunicación pero déjalos en el lugar que les corresponde y úsalos para vuestro beneficio y no para el de los traficantes.

Cuida especialmente el Dormitorio. No hay habitación más importante en el hogar porque en ella la familia, su núcleo central, la pareja fundadora, se recoge y se funde, sueña y goza, renueva sus fuerzas y crea vida… No dejes que nadie comparta esa habitación que sólo es para ti y tu compañera. Sólo si alguna vez viene un hijo, y en sus primeros meses o años, puesto que él es el resultado de vuestra fusión y necesitará de vuestro cuidado permanente, podrá compartir vuestro territorio sagrado. Pero el resto de la gente ha de mantenerse fuera de él: ni presente ni latente, nadie debe molestar vuestro diálogo nocturno, vuestra intimidad física y espiritual… Sé especialmente respetuoso con tu compañera en el lecho. Si en el resto de la casa has de tener en cuenta que ella es igual que tú en derechos y obligaciones pero diferente en gustos y actitudes, en el dormitorio has de extremar estos principios. No olvides nunca que su cuerpo no te pertenece y que has de acercarte a él como a un territorio al que has sido llamado como invitado, nunca como invasor: recórrelo suavemente, mirando cada uno de sus valles o colinas, sus bosques, como se miran los mejores frutos de la Creación. Escucha atentamente las palabras y la música de tu compañera, pero también sus silencios, y no olvides preparar tus canciones para susurrarle al oído tu amor cuando ella esté presta a escucharte. Si ella lo desea, deléitate con los ricos olores del cuerpo de la amada y acaricia con tus dedos y tus labios cada parte, cada poro de su piel; bebe delicadamente en sus veneros… Penetra en su cuerpo con el mayor respeto y veneración pero, sobre todo, intenta penetrar en su espíritu, intenta comprenderla… Y no olvides nunca que, por mucho tiempo que pase y por mucho que te esfuerces, jamás llegarás a hacerlo del todo, que siempre te quedarán por descubrir en ella nuevos jardines, nuevos arroyos, nuevas melodías, que siempre serás un compañero, obligado a ser respetuoso y agradecido, nunca un conquistador. Si consigues mantener esta actitud el dormitorio será tu mayor fuente de placer y de vida y cada mañana recogerás el premio de ver a tu compañera sonreír al despertarse en tus brazos y comprobar que tus promesas de amor no eran sólo fruto del ardor de la carne sino también y sobre todo fruto del amor que se hace día a día, con cada afán…

(11 de mayo de 2003)

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20 respuestas a 27. Carta al hijo que se va para formar una nueva familia

  1. ¡Hola, José María! Muy buenos consejos; efectivamente, el respeto es fundamental para una buena convivencia. Leyéndote sobre reservar un espacio para los buenos libros, y sobre la hospitalidad, he recordado un texto (¿de un filósofo, de una fábula tal vez?) en el que el protagonista inauguró vivienda. Se trataba de un gran personaje conocido, y las numerosas visitas criticaban lo pequeña que era la casa para una persona de su importancia; pero él respondió que ojalá, en toda su pequeñez, pudiera estar llena de verdaderos buenos amigos… Un abrazo, hasta pronto, S.

  2. Madre mía, José María, ¡cómo me ha emocionado esta carta! Es de una delicadeza y una belleza apabullante. Todas tus reflexiones sobre la casa son certeras, pero lo más hermoso, lo que más me ha tocado el corazón, son tus consejos sobre el amor y el respeto a la mujer con la que tu hijo compartirá su vida. Francamente, no había leído a nadie describir tan bien lo que ha de ser un hogar. Si me lo permites, voy a guardarme una copia de esta carta y se la leeré a mis amigos y, quizá, algún día, también a alguien cercano que vaya a crear su propio hogar. Eso sí, citando, por supuesto, que para mí los derechos de autor son sagrados. Un fuerte abrazo.

  3. Gracias, amiga. Hace tiempo que escribí esa carta, con todo cariño, no sólo para mis hijos sino pensando, también, en todos los jóvenes que se plantean autonomizarse, formar una nueva familia. Me alegra mucho que te parezca adecuada para leerla con otras personas: ojalá les aproveche también a ellas: todo cuanto podamos hacer por mostrar a los hombres el buen camino hacia la mujer (y viceversa) será poco en un mundo tan machista como el nuestro.
    Abrazos,
    JM

  4. Aurora Aroca dijo:

    Preciosa carta! 🙂
    Tomo nota
    Abrazos!

  5. A mi que también me gusta escribir cartas (te aseguras que el destinatario te lee, y a veces hasta te contesta….) me ha encantado la tuya.Enhorabuena
    Nos conocimos hace un montón de años en algún encuentro de literatura infantil…
    Nati de Grado
    natidegrado.blogspot.com

  6. Paty dijo:

    Hola! Mi hijo de 25 años se casa el año que entra…siento que le falta madurar mas para dar este paso tan importante, esta carta me ayudará para darme a entender todo lo que significa ese paso tan importante. Mi esposo y yo tenemos 27 años de casados. Tu carta toca todos los puntos importantes para mantener una familia. Gracias

  7. Gracias a ti por leerme con tanta atención y cariño, Paty. Tengo tres hijos, ya adultos y emancipados, en diferente situación afectiva y familiar, y me desazona la idea de transmitirles, inteligentemente y sin agobios, mi experiencia para que puedan aprovecharse de ella en lo que acerté en este terreno y, sobre todo, eviten los errores que yo cometí. Me alegra mucho que mi carta te ayude en alguna medida y aprovecho para enviarte mis mejores deseos para tu matrimonio y, sobre todo, el de tu hijo.
    Saludos cordiales. José María

    • Paty dijo:

      Hola! Gracias por contestarme, te comento que tengo dos hijos, el mayor ya vive independiente tiene 26 años y el de 25 años que se casa, pués entenderas mi situación; pero me da gusto ver que se van realizando. Quiero orientación y encontrar las palabras precisas para poder estar cerca de su nueva familia que va a formar y no entrar a la lista de “suegra metiche” (no quiero ser como mi sugra).

  8. Germán dijo:

    Solo puedo decir que belleza me llegó al corazón

  9. josue villa dijo:

    hola mami hernandez dice mi mama q si les puedes enviar el nombre de la maria hernanda de la hija y tambien te queremos decir algo es q la hija de mi hermana ya tines 8 meses y muy pronto va a cumlir un añito y te queremos invitar al cimpleaño de la bebe de la coraima mamita te envio un besote y un besote queremos verte mami chaaoo

  10. Julia dijo:

    Tu carta me ha emocionado.Estoy segura de que tu hijo habra seguido tu consejo.Una casa debe
    llenarse de gente,no solo de muebles.Estoy segura de que tu casa sea grande o pequeña,estarà llena
    del amor de tu gente,ya sea familia o amigos.Alguien capaz de escribir una carta asì,estoy segura
    de que tiene mucho amor que dar.Felicidades.

    • Gracias, Julia. Yo quería, con mi carta, que mis hijos, todos los hijos que pudieran leerme, evitaran los errores que yo cometí cuando fundé una familia y pudieran aprovechar mi experiencia y los pocos aciertos que tuve… Y algo he conseguido porque esta «entrada» es la más visitada de mi blog y he recibido, además de los comentarios que aquí se publican, bastantes correos. Estaría muy satisfecho si hubiera podido poner un granito de arena en esta tarea, siempre complicada y siempre necesaria, de plantear con inteligencia y generosidad una familia.
      Un abrazo. JM

  11. VICTORIA dijo:

    creo que el que no llore con este mensaje no tiene sentimientos , esta carta fasilita lo que estaba buscando para dedicarsela a mi hijo .

  12. Sr. Guadalupe Morales Gamez dijo:

    Es una carta muy completa que muchos padres quisiéramos hacer llegar a nuestros hijos antes y después de casados y lo mas importante, que realmente se comprometan hacer lo que en estas lineas se describe.
    por cierto mi hijo se casa dentro de un mes.

  13. Gracias, Guadalupe. Hice esta carta con mucho amor por mi hijo (que estaba intentando formar una familia) pero pensando en todas las relaciones paterno-filiales, tan complejas. Me alegra mucho saber que otras personas han podido aprovechar mi modesto texto. Enhorabuena por la boda de su hijo. Y le deseo sinceramente que se sienta usted tan orgullo de su hijo y la familia que va a formar como yo me siento: adoro a mi nuera y a mis nietas (nacidas de ese matrimonio) porque nada agradece más un padre que comprobar que su ejemplo ha servido para las nuevas generaciones.
    Saludos cordiales.
    JM

  14. María Agra dijo:

    No soy la única a la que le ha vibrado algo dentro al leer esta carta…
    Hogar, ¡qué palabra tan bonita! Se ve un detallismo absoluto observando la vida.
    Yo tuve un texto de padre a hija que decía llamarse “para tus 23 años”, cuando él decidió que ya había crecido lo suficiente como para hablarme de tú a tú. Y esto es precioso, un hombre que ha experimentado errores y aciertos, hablando de tú a tú a un hijo que va a cometerlos. A un hijo y a todos los demás; te agradezco las palabras.

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